sábado, 11 de abril de 2009

(...) - Pero... ¿Cómo pudiste creerme? Después de las miles de veces que te dije lo mucho que te amaba, ¿ Cómo pudo una simple palabra romper tu fe en mí? Vi en tus ojos que de verdad creías que ya no te quería, la idea más absurda, más ridícula, ¡Como si hubiera alguna manera de que yo existiera sin necesitarte! ¿De que manera te puedo explicar esto para que me creas? No estás dormida ni muerta. Estoy aquí y te quiero. Siempre te he querido y siempre te querré. Cada segundo de los que estuve lejos estuve pensando en ti, viendo tu rostro en mi mente. Cuando te dije que ya no te quería... Esa fue la más negra de las blasfemias.
- Nunca tubo sentido que me quisieras. Siempre lo he sabido.
- Bella, mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones... Y entonces tu cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantes y belleza. Cuando tu te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas y nada tenía sentido.
- No confío en que yo, por mí misma, reúna los méritos suficientes para merecerte. No hay nada en mi capaz de retenerte. (...)

Luna Nueva ~

1 comentario:

Florencia dijo...

Me encanto lo que encontre en tu perfil !
musica, peliculas, libros (yo tambien lei los cuatro, y solo los cuatro hahah), intereses
en fin, tambien me gusta lo que pones en tu blog
Un beso